¿CONOCES LA FÓRMULA ¨BMW¨ EN EL ARTE DE PONER LA MESA?
¿Cuántas veces has estado en una comida o cena formal y el comensal de tú lado te ha cogido el pan por equivocación...?. ¡Uf!, a mi me ha sucedido en varias ocasiones, literalmente me lo han ¨robado¨.
¿Tienes dudas al colocar la cristalería, vajilla y cubertería correctamente...?, ¡Bingo!, has sido sincero, claro que a veces olvidamos estos conceptos, al fin y al cabo no estamos a diario recibiendo invitados en casa.
Llega la hora de un almuerzo o cena algo mas formal y empiezan las dudas sobre el lugar del pan en la mesa, el trato a la servilleta o la colocación de los cubiertos, entre otras. Hoy intentaré resolver esas dudas clásicas que se suelen plantear muy a menudo para desenvolverse con soltura tanto como anfitrión o como invitado. Comenzaremos con la fórmula ¨BMW¨, centrándonos como objetivo principal en el arte de poner la mesa.
La fórmula ¨BMW¨, siiiii, como la marca de coches pero no tiene nada que ver.
¨B¨. Viene de pan en inglés, ¨Bread¨. Que se sitúa a la izquierda del plato.
¨M¨. Viene de ¨Meal¨, comida en inglés, que se sitúa en el centro de la mesa, platos situados frente al comensal.
¨W¨. Agua en inglés, ¨Water¨. Que se sitúa a la derecha del plato.
En los seminarios de Estados Unidos, enseñan la fórmula ¨BMW¨, como una manera de comprender, de forma nemotécnica los principales elementos de la mesa y su posición.
La mesa es el altar de las relaciones sociales. Por eso pondremos toda la atención en hacer de ella un lugar acogedor y bello que invite a disfrutar.
Con suficiente antelación debemos comprobar que todo está en perfectas condiciones, que las servilletas son y están todas las necesarias, lo mismo con los cubiertos, de servicio,y de mesa y que la cristalería este prefecta al igual que la vajilla.
Igualmente comprobaremos que tenemos la mesa que necesitamos, en buen estado y que calza perfectamente. Nada más incómodo que una mesa que se mueva...
¿Qué mantel elegir? El mantel, uno de los principales protagonistas, si no el que más. Normalmente es blanco, o de colores lisos suaves. Para que el mantel luzca perfecto es una buena idea pasarle la plancha por encima, una vez este colocado en la mesa, cuidando no dañarla y evitar las antiestéticas arrugas. Imprescindible colocar un muletón debajo del mantel para protegerla de golpes, humedades y evitar el efecto resbaladizo del mantel.
Como si de una dama se tratara, hoy la mesa puede vestir de corto, o de largo, sin mantel con caminos de mesa e individuales y puede resultar elegante de todas las maneras, pero en el último caso la mesa debe estar en buen estado y bonita. Siempre me gusta buscar la sencillez y evitar recargarla. ¨Menos es más¨.
Algunos elementos que inicialmente no componen la vajilla, son los bajo-platos o platos de presentación, cada vez más utilizados y muy elegantes. Se colocan como elemento decorativo, y como base de la vajilla tradicional, a juego con el plato para el pan.
¿Cómo dejar la servilleta una vez finalizado? Lo correcto es dejarla un poco arrugada a la derecha del plato, jamás doblada y por la parte que menos hayamos ensuciado.
Los cubiertos de postre se colocan en la parte superior del plato, y en otras ocasiones solo se ponen en el momento de servir los postres.
¡Ojo al dato!, debemos evitar flores que despidan mucho aroma ya que pueden resultar molestas a los comensales. Si en algún caso sabemos que algún invitado es alérgico a alguna flor, las evitaremos o sustituiremos por otras.
¿Los candelabros o velas, solo por la noche? ¡Por supuesto que si!, las velas o candelabros como centros de mesa decorativos solo deben ponerse en las cenas, y si se encienden, se hace después de que los invitados se han sentado a la mesa. En cenas de gala, en la mayoría de los casos son elementos decorativos y no suelen encenderse, yo en mi casa siempre los enciendo haciendo las delicias de mis invitados, ya que para ellos los he colocado con tanto esmero y cariño. Se original siempre pero con gusto y estilo ya que la decoración es para rematar una elegante puesta de mesa.
Espero y deseo haber resuelto esas pequeñas dudas que siempre nos asaltan cuando vamos a ser anfitriones y queremos sorprender a nuestros invitados.
Y en el caso de ser tu el invitado, ya conoces las reglas.
Tu muestra de sencillez y cariño siempre será el mayor agasajo a tus invitados, ¨no lo olvides¨.